28 octubre 2023

Negritud y supervivencia

¿Se acuerdan de cuando no había negros ni para una película y en las cabalgatas de reyes Baltasar tenía que ser uno de aquí pintado con betún? Hace cuarenta y tantos años, recuerdo que estábamos en la campaña electoral para las elecciones de 1977, mi hija que entonces tenía dos o tres años vio por primera vez un negro por la calle y se puso a chillar asustada, tan infrecuentes eran.

Es un asunto que estos días está en las portadas de todos los diarios, gracias a la llegada de miles de inmigrantes procedentes en su mayor parte del Magreb o de Senegal. He tratado varias veces sobre este asunto, lo que me hace correr el riesgo de ser tomado por un fanático racista o algo por el estilo, pero no hay nada de eso, simplemente me preocupa la supervivencia de España y, cómo no, la de Europa.

Resulta que llega una y otra patera o cayuco hasta los topes de africanos, se llenan todos los centros de acogida porque no estaban previstos estos números y menos lo estarán próximamente porque la llegada masiva irá a peor. Äfrica no hace nada por disminuir la natalidad, no son capaces de articular y estructurar sus países y Europa, ateniéndose a los acuerdos de Ginebra ¡¡de 1951!! sigue pensando si debería actuar o dar la bienvenida sin más. No consigo entender cómo no se actualizan esos acuerdos a la vista de la realidad presente y el futuro que nos amenaza.

Mientras, día tras día aumenta la afluencia de inmigrantes porque resulta que, como he leído ayer en la prensa la declaración de uno de ellos, antes venían para mejorar, pero ahora vienen para sobrevivir. ¿Sobrevivir?, parece que en Europa no tenemos ese instinto pese a que son muchas las organizaciones que advierten de que esto no es más que el principio del desastre. La más seria y fiable de todas ellas, el instituto Gallup, calculaba hace ya cuatro años que solo los que quieren asentarse en España eran 31 millones; cifras aun superiores para Francia, Alemania o Reino Unido. África tiene más de mil trescientos millones de habitantes, ¿caben aquí? Conque solo vinieran –de momento− una décima parte de su población producirían tales desajustes y conflictos que acabarían con Europa.

Es cierto. Se me hiela el corazón cuando veo a esos seres desvalidos (con su smartphone, claro está) satisfechos porque han conseguido terminar su travesía, pero resulta que son ellos o nosotros, con un añadido: ellos son mayoritariamente gente normal, pero traen entremezclados terroristas, enfermos, violentos (recuerden Francia o RU), casi siempre analfabetos que ni saben español; en cualquier caso gente con una cultura muy diferente de la nuestra (o ninguna). Bastantes problemas tenemos aquí para hacernos cargo de sus problemas. 

Supongo que es inútil insistir en el problema de las llegadas masivas, y hasta la televisión nos prepara el cuerpo para convivir con numerosas personas de raza negra. Vivo en Madrid y paso semanas sin ver un negro, ¿no han notado que, por el contrario, no hay anuncio en el que no aparezca un negro o una negra? Da igual que sea publicidad de automóviles, artículos de belleza, alimentos, ropa, supermercados, lo que sea, no falta al menos un negro entre los que aparecen, algo que no se corresponde con la proporción de negros sobre el total de la población. Son cosas en las que muchos espectadores no se fijan y en todo caso lo consideran un signo de modernidad. Hay que prepararse para convivir con ellos, deben pensar, aunque lo que debemos saber es que no va a ser tan bonito como en el anuncio, sino que serán gente desesperada que busca comer y para satisfacer esa necesidad están dispuestos a sacrificar lo que sea, incluyéndonos a nosotros. 

He leído hoy en la prensa otra explicación de la sobrepresencia de negros en la publicidad. Resulta que se celebra en Melbourne una semana de la moda y el colectivo de modelos de color la ha boicoteado porque −dicen− resulta que sus tarifas son más bajas que las de los modelos blancos y de paso las marcas los usan para limpiar su imagen no solo en lo referente al racismo, sino que de camino dan imagen de modernidad, los contratan una vez y si te he visto no me acuerdo. ¿Será verdad?

Sé que son muchas las personas que siguen pensando que lo humanitario es acogerlos, pero no tienen respuesta si se les pregunta en dónde meteremos esos 31 millones y qué país vamos a dejar a nuestros hijos. Hay muchos que no saben ni ven la que se nos viene encima. Si dejamos que solo la ultraderecha se oponga a la inmigración descontrolada, serán los que ganen las elecciones.


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