30 octubre 2012

¡Halloween! (Jalo...¿qué?)



Por supuesto esto no es más que una cuestión muy personal, porque no simpatizo con la "colonización cultural”, pero me gustaría que alguien me convenciese de que mi rechazo no está justificado.

Me estoy refiriendo a esa fiestecita llamada Halloween que se nos ha metido en las entretelas de nuestras tradiciones gracias a la debilidad con que aceptamos todo lo que viene del mundo anglosajón y la facilidad con que permitimos que nuestros hijos lo adopten como si fueran usos que ya practicara Don Pelayo.

Para empezar, se trata de una fiesta que no tiene nada que ver con nuestras costumbres –iba a decir cultura, qué iluso–  y como suele ocurrir, lo hacemos siguiendo puntada a puntada lo que se hace en los EE.UU.; pero mal. Padres y abuelos inducen a sus retoños a disfrazarse y repetir como cotorras lo de truco o trato convencidos de que con eso contribuyen a su felicidad y que se trata sólo de una muestra de modernidad que no hace ningún daño, nadie se para a pensar que se está contribuyendo a idiotizar a las siguientes generaciones y a que en el futuro fijen su meta principal en consumir todo lo que se les ponga por delante, que al paso que vamos no será mucho.

Ahí tenemos la famosa frase “truco o trato” que se supone que los tiernos y aleccionados infantes repiten al llamar a una casa para pedir golosinas, ¿alguien le encuentra alguna lógica a la gracieja?, ¿alguien cree que significa lo que pretende? Esa expresión no es más que la traducción directa hecha por un descerebrado de su original “trick or treat”. Si usted coge un diccionario y toma la primera acepción que encuentre para cada palabra, la traducción total resultará ser eso de “truco o trato”, pero si consulta con alguien que hable inglés correctamente o con un norteamericano que sepa expresarse en español, le explicará que “trick” ademas de "truco" es también “broma, travesura, (mala) faena, diablura…” que es lo aplicable en este caso. En cuanto a “treat” es aún peor: lo inmediato es pensar que significa “trato”, pero ese hablante de inglés o ese norteamericano al que me refería, le aclarará que coloquialmente también es “chuchería, golosina…”. De esta manera, los infantiles extorsionadores conquistados por los usos de los paisanos de John Dillinger, lo que en realidad tendrían que decir sería algo así como “broma o chuches”, nada que ver con lo que estamos acostumbrados a ver y oír. Claro está que eso impediría el alarde de modernidad que supone poder escribir “truko o trato” (lo he visto en un supermercado), porque ya se sabe que el empleo de la “k” mola mazo.

La travesura con la que los americanitos amenazan a sus vecinos parece ser que va desde tirar unos huevos más o menos podridos contra la casa del que se niega a la donación, a medidas más radicales como romper o ensuciar alguna parte de la casa que esté al alcance de los extorsionadores. Hablamos básicamente de esas casitas con la cerca blanca de madera que, según parece, tanto abundan en las ciudades americanas.

Otro asunto: ¿piensan que alguno de los niños que aquí se disfrazan para dar la lata la noche del 31 de octubre –y en muchos casos, equivocadamente, el día 1– sabe lo que es una calabaza o la ha visto alguna vez en la vida real?, ¿cabe mayor espanto que esas calabazas de plástico que venden en cualquier comercio? Vale... no permitamos que la realidad estropee una tontería de importación, al fin y al cabo anima el comercio por estas fechas. 

En cualquier caso y digan lo que digan, si algún angelito se atreve a llamar a mi puerta y soltar eso de “truco o trato”, lo que seguro que se lleva es un capón, algo que no contemplan las alternativas que ofrecen.

Digo yo, ¿de verdad nuestros hijos o nietos precisan esa clase de mamarrachadas?

3 comentarios:

Isidoro Macarena dijo...

Hola Mulliner, paisano.
Vengo del blog de Quintaesencia. Precioso el blog y quien lo dirige. (he tenido alguna relación personal con Hector , por eso fuí tan expresivo). Sólo por alusiones: No las tildes, que en realidad, voy tan de prisa que me las como. ¡Es por Thelonious! Maravilloso, extraordinario.Hay un blog que sólo tiene música de Monk. Se llama monkmydear. Es por invitación, pero les escribes y ya está. Tu blog está interesante. Vendré de vez en cuando.¿desde donde escribes? Un saludo amigo.

Mulliner dijo...

He intentado localizar tu email o si tenías un blog, pero no ha sido posible, así que te contesto desde aquí. No esperaba encontrarme un paisano por un blog de jazz uruguayo, pero está claro que nunca se sabe. Gracias, por la información sobre Monk, lo voy a visitar.
¡Ah! escribo desde Madrid que es donde vivo, y en raras ocasiones desde Sevilla o Chiclana. Y disculpa si mi crítica sobre las tildes parecía agresiva. Saludos.

Isidoro Macarena dijo...

¡¡Se me ha escapado una auténtica barbarie!!