19 marzo 2024

Lo van a pagar muy caro

Eso es, más o menos, lo que a veces decimos para expresar cómo vamos a vengarnos por una afrenta o daño recibido. En el caso que me interesa, me refiero a las subidas de precio injustificadas en todos los artículos con que nos acosan vaya usted a saber si los intermediarios o vendedores, pero subida sí que hay y ciertamente que bastante elevada.

Oficialmente la causa es la guerra de Ucrania, la sequía, el cambio climático… pero yo me atrevo a afirmar que son dos las causas ciertas: que somos ya ocho mil cien millones los habitantes del planeta y que no hay para todos y, por supuesto, la codicia de ciertos seres humanos que se manifiesta aprovechando cualquier periodo de confusión para aumentar los precios a su alcance. Esto vale para el directivo de empresas de energías y para el tendero del comercio de barrio.

Hay víctimas que a pesar de serlo defienden que puede estar justificado y que suben los precios presionados por el entorno y las subidas generalizadas. Cierto que son generalizadas, pero en estos momentos los combustibles (una excusa extendida) se mantienen en valores aceptables, la guerra de Ucrania no puede ser una excusa para justificar ningún atraco.

Un hipermercado que frecuento ha subido sus precios hasta un 60% en los pasados meses y ahora anuncia una bajada de precio “en más de 1.000 artículos”, ¿nos lo creemos? Han subido una barbaridad todos los artículos vegetales, como la fruta y el aceite de oliva, entre otras cosas porque en origen al ver que se avecinaba una mala cosecha aprovecharon para subir hasta un 200% las existencias que tenían acumuladas. Cuando la mala cosecha se hizo efectiva siguieron igual y actualmente, en que parece que eso de las cosechas se ha aliviado bastante, nadie habla de bajadas de precios. Lo de siempre.

Han subido un 50% el whisky que consumo habitualmente, ¿qué tiene que ver el whisky con la guerra? Ha subido más del 10% el hortelano valenciano al que compro directamente las naranjas. Han subido los hoteles una barbaridad, me temo que no tanto por la guerra como porque parece que a todos nos ha dado por viajar cueste lo que cueste: aunque haya que pedir un préstamo para ello. Hay que resignarse a que las vacaciones sean más caras, que todo esté a reventar; y no me extraña: se esperan que vengan a España más de 90 millones de turistas extranjeros y no cabemos. Mientras, los españoles pagamos de nuestro bolsillo SU suministro de agua, SU recogida de basuras, SU desgaste de monumentos y playas. Para compensar, nos cuesta acceder a todo eso mucho más tiempo y dinero, porque este es un país que ha decidido depender absolutamente del turismo que a quien beneficia principalmente es a la hostelería que a cambio proporciona puestos de trabajo precarios y mal pagados. El turismo mata, que se lo pregunten a los venecianos, a los barceloneses o a los canarios.

Como cabía esperar ha subido todo, el peluquero, el fisioterapeuta, el abogado… porque alegan que a ellos les ha subido todo. Es la consagración de la espiral inflacionista y la confirmación de que la poca vergüenza no tiene límites. ¿La culpa?: de Pedro Sánchez,  claro, ¿de quién va a ser?


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.