23 noviembre 2012

Español para españoles (21)



Sé que es muy probable que quienes me lean me consideren un desequilibrado, si es que no me tienen por tal desde hace tiempo, pero me preocupa el lenguaje, porque soy de la opinión de que el lenguaje es un buen escaparate del cerebro que está detrás.

A ver, ¿cómo voy a confiar, cómo voy a valorar a un ministro que se expresa como un patán? ¿cómo voy a creerme que alguien tiene conocimiento para sacarnos de la crisis, si no sabe hablar y su discurso está lleno de disparates, tópicos y todo tipo de aberraciones? Hace pocos días vi en el telediario al ministro Montoro y aparte de espantarme con sus mentiras, tan evidentes que todos diputados las han valorado como tales salvo sus cómplices de partido, me ha dejado gramaticalmente apenado tras escucharle eso de “poner en valor” y “como no podía ser de otra manera”, que son de los estribillos más utilizados por los iletrados, hasta Forges tiene chistes sobre el uso de estas frases hechas. ¿pero es que este tipo no fue al colegio cuando niño y en casa sus papás en vez de hablar chamullaban?

No es de extrañar por supuesto que la importación de frases del inglés que mal se traducen sean frecuentes, porque se juntan la manía de hacerse el moderno con el desconocimiento del idioma extranjero del que se pretende hacer ostentación y, naturalmente, de la propia lengua española.

Un ejemplo notable es eso de tienda de conveniencia, traducido directamente de convenience store, cuando da la casualidad de que “convenience” significa “comodidad” y no “conveniencia”, como “confidence” es “confianza” y no “confidencia” y “sensible” es “sensato” y no lo que aparenta, ¿es que no han oído hablar de los falsos amigos?. Hasta los países hispanos se han saltado esa traducción macarrónica y en varios de ellos llaman a esos establecimientos bodegas, mini super y otras denominaciones acertadas.

¿Cuántas veces oímos por televisión y a quienes nos rodean la enternecedora expresión seres queridos?, ¿no es relamido y artificial? Pues sí que lo es, porque se trata de una traslación del inglés loved ones, una expresión completamente innecesaria porque en español tenemos la palabra allegados que significa eso, claro que no era tan moderna ni tan cursi… Lo más curioso es que personas de cierta edad que jamás habían oído o utilizado lo de seres queridos lo han incorporado a su vocabulario con toda naturalidad, sin atragantarse ni ruborizarse al usarlo. 

Hablando de traducciones chapuza, hay un caso que me escuece porque hasta la RAE lo ha aceptado por inevitable y se trata de una auténtica aberración; sé de lo que hablo porque estoy relacionado con la informática desde sus primeros tiempos, cuando el IBM 1401 se consideraba  una joya tecnológica, y en verdad lo era. Me refiero a la palabra justificar utilizada para referirse al ajuste de los márgenes de escritura. Había una traducción lógica y correcta a la expresión inglesa “justified right” (o left) que era “ajustado a la derecha” (o a la izquierda), pero eso era demasiado complicado para algunos cerebros y la palabra justificar pasó a poseer un significado que no tenía nada que ver con el que originalmente le correspondía, ¿qué tiene que ver justificar con ajustar?

Espero que al menos no terminemos celebrando el “4 de julio” o el “Thanksgiving Day” como cosas nuestras y además tan torpemente como todo lo que copiamos. Recuerdo a propósito lo que me contaron unos amigos de Puerto Rico cuando visité aquellas tierras hace años: me relataban que se había dado el caso de algunos puertorriqueños ¡por favor, no digan portorriqueños! poco ilustrados que habían puesto a sus hijos el pintoresco nombre de Guivin, porque tal y como ellos interpretaban el sonido en inglés de “Día de Acción de Gracias”, les parecía que era la celebración del día de San Guivin. Pues para eso mismo vamos, queridos Yéremi, Yónatan, Yénifer…

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