30 diciembre 2015

Teta, culo, pis

A esta alturas sería ridículo decir que me asombro de lo que cada día veo en los medios, pero tengo que admitir que me deja un tanto perplejo la velocidad a la que progresa el alarde de lo que siempre ha existido, pero de lo que no se hacía bandera como ahora se hace.

Las mujeres ya populares se han quitado cualquier máscara, han dejado de disimular y entran en la lucha por la popularidad entre las masas por el sencillo procedimiento de mostrarse más o menos en pelota.

Tengo que admitir que apenas si conozco a muchas de estas «artistas», porque tetas y culo tienen más o menos la mitad de la humanidad, y no presto suficiente atención al fenómeno como para aprenderme sus nombres, pero por desgracia no hay más que echar un vistazo a esa degenerada versión actual de lo que antes era la prensa y descubrir el rincón, no muy escondido, donde todas esas perlas culturales exhiben su poderío. Los modistos se las ven y se las desean para diseñar vestidos que dejen todo al descubierto excepto –no siempre– los pezones y el pubis de las artistas. Después, siempre queda el llamado «descuido» erótico mediante el cual pueden mostrarnos hasta esos reductos  «sin querer», revolucionando ese caladero de escasos neuronales llamado «redes sociales».

Tenemos ahí a quien, según creo, fue un ídolo de niños y jóvenes en una serie de Disney –Miley Cyrus–, pero que se ha propuesto con firmeza que todos conozcamos hasta el último centímetro cuadrado de su –poco atractiva– anatomía, incluyendo su lengua, a la que parece atribuirle un extraño e inexistente magnetismo. Para que no falte nada, se ha declarado bisexual, lo que significa que no le hace ascos a nada que se mueva y a juzgar por algunas fotos, eso incluye a seres no necesariamente racionales.

Es el caso más grave, que yo conozca, pero no hay que perder de vista a ese montón de hermanas de apellido Kardashian más o menos explícito. La cabecilla del clan, Kim, que es la que parece que lleva la voz cantante por su habilidad para mantener a la prensa pendiente de ella, aunque no se le conoce habilidad artística alguna, debe tener como rutina habitual al levantarse cada mañana y tras el ritual desayuno y –espero– ducha y lavado de dientes, pasar a su sesión de fotos con desnudeces con las que mantener a su público mundial pendiente de sus exagerados atributos, en especial su trasero, sobre el que podría jugarse desahogadamente una partida de póquer descubierto.

Jennifer López no ha querido quedarse atrás y hoy mismo ví en la prensa el repertorio de su último vestuario, donde no deja nada a la imaginación. Creo que esta mujer también canta, pero tengo que reconocer que sólo la conozco de una película en la que hacía de protagonista.

Kim Kardashian
No quiero abusar de la nostalgia, pero me parece que antes no era prácticamente ninguna la artista sexy que acudía a esos recursos físicos para mantener a los espectadores pendientes de ella. No eran hermanitas de la caridad, pero nunca pude contemplar un centímetro íntimo de los grandes símbolos: desde esa asombrosa Lauren Bacall a Kim Novak, Maureen O’Hara, Ava Gardner, Rita Hayworth y decenas más. La exuberante y tentadora Hedy Lamarr (a la que no contemplé mucho porque no era de mi época) resultó  un ser inteligentísimo, científica e inventora, lo que le restaba bastante sex-appeal (¡habrase visto, una mujer sexy, guapa e inteligente!) y la explosiva Marilyn Monroe, apenas consiguió la fama cinematográfica, abandonó los calendarios como pin-up y se dedicó a los Kennedy casi en exclusiva. Cuestión de patriotismo, que ya sabemos cómo son los buenos americanos.

Y conste, aunque estoy refiriéndome a extranjeras, no crean que las españolas no hacen sus pinitos. Cada día gastan menos en el tejido de sus modelitos y ya he leído declaraciones de alguna avisando de que el traje que lucirá durante la retransmisión de las campanadas va a causar sensación. Supongo que se propone calentar los ánimos mientras cambiamos de año.

No quiero ser hipócrita, me gusta –y mucho– esa especie de parque temático que forma parte de muchas mujeres y que tienen la amabilidad de mostrar a veces, claro que acepto exclusivamente componentes de origen biológico natural y no a base de polímeros, pero confieso que un empacho de tantas visiones no es lo mejor para mantener esa afición. No me extraña la era de desgana generalizada del varón por la que atravesamos. Para muchos, una mujer tiene menos atractivo en su conjunto que la portada del Marca el día después de uno de esos partidos del siglo.

¡Ah!, ya podían figurarse que del pis no voy a hablar, no es asunto demasiado interesante.

6 comentarios:

Alfonso GLD dijo...

"porque tetas y culo tienen más o menos la mitad de la humanidad"

Lamento tener que informar que, según las últimas investigaciones científicas, culo lo tiene la totalidad de la humanidad, no siendo privilegio, por tanto, de ninguna de sus mitades. Otra cosa es que, según los gustos, sean más bonitos los de una mitad que los de la otra.

Mulliner dijo...

Sabía que estas cifras mías podían causar controversia. Como imaginas, me refiero a esos traseros que pueden ser de algún interés para un varón ejerciente, la otra mitad de la humanidad lo que tiene es sólo algo sobre lo que sentarse y efectuar gestiones varias.

Anónimo dijo...

¡Voto a bríos Alfonso, me has adelantado con tu comentario! De todas maneras sigo pensando que es una exageración pensar que las mitad de los culos del mundo tienen interés para la otra mitad.
Angel

Mulliner dijo...

Alabado sea el señor, parece que de todo lo que hablo en la entrada sólo los traseros han dejado memoria. Por supuesto, no descarto que una mitad admire los traseros de la otra mitad y viceversa, sin olvidar esa minoría cada día más mayoritaria que se sale de mis estadísticas.

Además, y respecto a lo de que culo tiene la totalidad de la humanidad, quiero señalar que yo hablaba del equipamiento como un todo, es decir, "tetas y culo".

¿Es posible que nadie diga ni palabra de Lauren Bacall u otras de las que cito?, ¿nadie recuerda que también hablo del Marca? ¡¡obsesos!!

Anónimo dijo...

Es que de la Bacall solo me acuerdo de su mirada, su voz y su novio.
Angel

Mulliner dijo...

Es curioso, como aquí vemos el cine doblado, creía que no eran muchos los que conocían la peculiar voz de la Bacall. En cuanto a su novio (marido), me gustaba como actor, pero siempre me dio la sensación de que tenía que olerle el aliento a tabaco a un metro de distancia.

¡Feliz año!